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jueves, 24 de febrero de 2011

Te amo.

"Te amo y es hermoso poder hacerlo,no importa las distancias que nos separen, el amor nos une, no importa el tiempo que nos diferencia, el amor es aquí y ahora, no importa aquellas personas que te "hicieron" mal, yo estoy aquí para amarte, no importa el día ni la noche, ni importa el calor ò el frió, yo estoy aquí para ser tu abrigo,vida mía te amo, no importa el mar que nos separe, si este inmenso sentir nos une, no importan aquellas lagrimas que lloraste, que ya se secaron y no están, te daré una caricia por cada tristeza en tu vida, caminare a tu lado sin estorbar tu camino, ni atarte a mi pasado, te amo simplemente porque así lo siento"

 

Mi esqueleto.



Se fue metiendo poco a poco hasta los huesos
de pie a cabeza me recorrió toda
fue moldeando mi alma…mi corazón…
fue mi esqueleto.

Convirtió en estrellas mi mirada
y en leves suspiros las horas de esperanza.
Me hizo frágil…pequeña…vulnerable…
completa…angelical…absoluta…
y feroz como un león cuidando su cría o su presa.

Recobré el asombro, la ilusión, los sueños.
Se hizo raíz en mis entrañas
y floreció en retoño en mis brazos.

Fue su amor mi sostén nunca calvario,
mi sueño tranquilo en su pecho de pájaro,
y el despertar pacífico en su mirada
transparente de mar calmo.

Se fue enredando hasta los huesos
de pie a cabeza me dominó toda
me moldeó a su forma
fui su carne y él fue mi esqueleto.

lunes, 21 de febrero de 2011

ENAMORARSE y AMAR no es lo mismo.

SI TE ENAMORAS, ESE AMOR SE PUEDE ACABAR..PERO SI AMAS A UNA PERSONA, ESE AMOR SERA ETERNO" ese dia me di cuenta que ENAMORARSE y AMAR no es lo mismo.
 

sábado, 19 de febrero de 2011

"El primer amor nunca se olvida"

Como en el primer amor experimentamos sentimientos nuevos, muy intensos y al mismo tiempo encontrados (miedo y alegría, inseguridad y entrega total; coqueteo y timidez), son motivos por los cuales se le considera inolvidable y por eso jamás de los jamases se olvida el Primer Amor.
Aunque pase el tiempo, si se encuentran con quien fue su primer amor, se despiertan esos sentimientos que se creían olvidados, y a veces es tan fuerte que vuelve a reunir a la pareja e incluso a causar grandes problemas cuando cada uno tiene por su lado una relación sentimental formal.
Pero por mucho que cueste reconocerlo ese amor nos hizo ver las cosas de mejor humor, sonreímos; nuestra autoestima se eleva, ya que nos sentimos más seguros porque de alguna forma a través de nuestra pareja, nos vamos conociendo, nos aceptamos y queremos y aunque cueste aceptarlo nunca se olvida.
El Verdadero Amor es aquel que logró hacernos cambiar en poco o en mucho, el que nos llena día a día y es totalmente real y comprometido con nuestros intereses y sueños.

sábado, 29 de enero de 2011

BAJO LA MISMA LUNA.

Bajo la misma luna
nuestros ojos se atisban
a través de los rayos,
arropadas de nubes nuestras pieles,
el viento susurra a nuestras almas.

¡Será su noche fría, como lo es la mía!
¡O ardiente y tropical como en mis sueños!
Estará en esta hora contando las estrellas,
o esperando despierta la alborada.

Sabrán sus ojos tiernos que yo soy el lucero
que titila de amor sólo al mirarla,
o sentirá su olfato mi esencia que es de heno
que tímida se infiltra allá en su estancia.

Bajo la misma luna musitara un ‘te quiero’,
impregnara en la brisa su fragancia,
y en céfiro que gira llegara hasta mi puerto
su dulce aliento fresco a darme calma.

Bajo la misma luna se dibuja su rostro,
en el lago yo veo su luz clara,
su reflejo se cuela en el resplandor del cielo
llegando con ternura a mis pupilas pardas.

La noche que nos tienta es la misma,
igual lo es la nostalgia que nos llama,
penetrando en su alcoba anhelara tenerme
y sólo como sombra me dormiré en su cama.


viernes, 28 de enero de 2011

LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS.

Érase una vez una pequeña isla, donde vivían todos los sentimientos:

La Alegría, la Tristeza, la Vanidad. la Sabiduría,
el Amor y otros.

Un día avisaron a los moradores de esta isla, que ésta iba a ser inundada. Muy
asustado el Amor, se preocupó para que todos los sentimientos se salvasen.
El avisaba a todos: \"Huyan...la isla va a ser
inundada...huyan\".

Todos corrieron y se embarcaron en lanchas para ir, hasta una montaña muy alta.
Sólo el Amor no lo hizo, él quería estar un poco más en la isla.

Cuando el agua se acercaba cada vez más, él corrió a pedir ayuda.

Vio pasar a la Riqueza y le dijo: \"Riqueza ¡me llevas contigo?: y la riqueza le
dijo: \"No puedo, mi lancha esta llena de oro y plata y tú no vas a caber\".

Pasó entonces la Vanidad y el Amor le pidió:

\"Vanidad ¡me llevas contigo?\" ; y la vanidad le dijo. \"No puedo, porque vas a
ensuciar mi lancha nueva\".

Pasó entonces la Tristeza, y le dijo: \"Tristeza ¡puedo ir contigo?\"; y la
tristeza le dijo:\"Oh amor, estoy tan triste que prefiero ir solita\".

Luego pasó la Alegría, mas la alegría estaba tan alegre que no vio al Amor.

Ya desesperado al saber que moriría ahogado; el Amor comenzó a llorar. Pasó
entonces un barquito y le dijeron: \"!Sube Amor, yo te llevo!\". Y
el Amor subió.

Estando ya en la parte alta de la montaña, el Amor le preguntó a la Sabiduría:
\"Sabiduría, ¡Quién era el del barquito que me trajo hasta aquí?

Y la Sabiduría le dijo: El Tiempo.

El Amor le replicó: ¡El tiempo?; pero ¡por qué sólo el Tiempo me quiso
traer?.

Y la Sabiduría le contestó:
\"Porque sólo EL TIEMPO es capaz de ayudar a entender a un GRAN AMOR\"...

Sol y Luna.

Espero que les guste esta hermosa historia donde mi amada Luna es una de las protagonistas.

Dios creó el Sol y la Luna, y dividió así la jornada en día y noche. El Sol reinaba sobre el día; sobre la noche y el resto de las estrellas, la Luna. El Sol lo iluminaba todo, inundando de vida cada rincón de la Tierra. La Luna cubría majestuosa todos los seres con su mágico manto de sueños y oscuridad.

El Sol y la Luna alternaban sus reinados en el trono de la cúpula celeste. Al amanecer, el Sol despertaba y subía a darle el relevo a la Luna, agotada ya de iluminar la noche entera su reino de sombras. Al anochecer regresaba ella para darle al Sol su merecido descanso.

Así pasaron los días, los meses, los años… Dicen que fueron casi cinco siglos hasta que día y noche pasaran a ser una sola cosa. Cinco siglos hasta que un día las miradas del Sol y la Luna se cruzaron por un momento al anochecer. Tanto tiempo habían pasado relevándose que, de tanto mirarse de reojo, de tanto imaginarse qué haría el otro cuando no estaba presente, ese día nació el amor entre el Sol y la Luna.

Tras esa mirada fugaz y eterna a la vez, los dos se fundieron en un cálido e intenso abrazo. Como ya era tarde, el Sol y la Luna decidieron pasar la noche juntos. Y esa noche la oscuridad y las sombras fueron sustituidas por una radiante luz blanca que dotaba a cada rincón de un aire de mágica pureza.

Y el abrazo que empezó aquella noche, se prolongó durante meses, y con él, esa luz maravillosa. El amor del Sol y la Luna anegó todo el planeta, dándole un cálido resplandor de felicidad y armonía.

Al principio todo era muy bueno. La luz embriagadora que irradiaban los cuerpos fundidos de los astros llenaba de belleza hasta el último rincón de la Tierra.

Todo era brillo y esplendor, todo era belleza. Las montañas, las serraladas majestuosas que con sus picos nevados rascaban las nubes, haciendo derramar sobre los campos fértiles pequeñas gotas de vida; los valles, las llanuras, los prados, los bosques; mares y océanos, ríos y lagos.

Todos los animales, del más pequeño al más grande, del más fiero al más manso, las bestias del campo, las aves, los peces, se dejaban contagiar por el amor del Sol y la Luna. Todos bailaban al ritmo que marcaban esos dos corazones fundidos por el fuego de la pasión. Todo era perfección y brillo y música.

Pero según pasaba el tiempo, el Sol y la Luna se iban dando cuenta de que algo fallaba. Había algo que no funcionaba correctamente. Y es que cuando ambos decidieron unirse no cayeron en la cuenta de que la noche iba a dejar de existir. De hecho, al principio nadie se dio cuenta. La felicidad reinante disfrazaba los problemas reales de la ausencia de la noche.

Sin embargo, pronto empezaron a hacerse patentes estos problemas. Los animales diurnos, acostumbrados a dormir de noche, no tenían ahora el descanso que necesitaban, y pronto comenzaron a caer enfermos. Los animales nocturnos, por otra parte, no eran capaces de realizar sus funciones a plena luz del día.

El Sol y la Luna empezaron a ver que aquella idílica unión estaba perjudicando a su hermana Tierra, y que de seguir con ella iban a acabar con toda la vida del planeta. Por esta razón empezaron a pensar con pavor en la única solución posible: volver a separarse para que existiera de nuevo la noche.

La Luna lloraba desconsolada por la idea, y el Sol, desolado, trataba de parecer fuerte para que la Luna no lo pasara tan mal, aunque en verdad estaba destrozado. Ninguno de los dos podía soportar la idea de vivir separado del otro después de tanto tiempo juntos, después de tanto tiempo de amor y de magia, después de tanto tiempo con el único calor de sus almas.

Por fin, con todo el dolor del mundo, el Sol y la Luna se separaron para siempre, y el Sol se fue a dormir. Esa noche fue la noche más larga de todas, la noche más amarga, la noche más oscura. La Luna pasó la noche llorando, y entre lágrima y lágrima derramaba también un pedazo de su corazón roto.

Al amanecer, cuando subió el Sol al trono a sustituir a la Luna, ambos se miraron en silencio. Sus rostros expresaban la angustia del momento, el dolor de un amor eterno condenado a ser imposible. Tras esa mirada resignada, la Luna se retiró a sus aposentos para descansar, dejándole el trono al rey Sol.

Fue un frío y largo día de verano. El Sol, apesadumbrado, no hizo ningún esfuerzo en alumbrar, y el único calor que desprendía era el que provenía del recuerdo aun encendido de su amor con la Luna.

Los días pasaron lenta y pesadamente, y las noches se hacían eternas sin el amor entre el Sol y la Luna. Poco a poco, los dos amantes empezaron a comprender que la situación era irremediable, y que tendrían que hacer algo si no querían morir de amor.

Así que decidieron aprovechar los dos momentos en que coincidían: el amanecer y el anochecer. Eran sólo unos minutos pero entre los dos aprendieron a hacerlos eternos. Cada amanecer y cada anochecer desataban su pasión, y dejaban paso a la lujuria. El cielo se encendía, y un tono rojizo inundaba el horizonte. Desde entonces y hasta hoy el Sol y la Luna han estado amándose día tras día, viviendo su romance cada amanecer y cada anochecer como si fuera la última vez.

Y es por eso que hoy contemplamos con asombro la mágica luz de los dos momentos más bellos del día.


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Simplemente Amor
Avellaneda, Gran Buenos Aires, Argentina
Mi nombre es Claudia, soy una de las tantas mujeres romanticas incurables que habitamos este planeta...y x eso decidi crear este espacio, para compartir todo lo referente al amor, eso a los que algunas personas llaman erroneamente "cursi" y que a mi me puede... Encontraran relatos en los cuales me siento identificada, y otros de mi autoria que espero lo disfruten tanto como yo. Asi soy, simplemente una enamorada del verdadero amor, ese indispensable para seguir viviendo. Tambien encontraran relatos dedicados a mi amada LUNA, mi musa inspiradora los 365 dias del año...en sintesis un Blog dedicado a todos aquellos que como yo todavia creen en el amor.
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